Y una vez conocemos esto, ¿Cómo sabemos si un alimento es ecológico o no?

Actualmente tanto en nuestro país, como en toda Europa, la producción ecológica se encuentra legalmente regulada gracias al Reglamento (CE) nº 834/2007 del Consejo, de 28 de Junio de 2007, sobre la producción y etiquetado de los productos ecológicos. Este reglamento es derogado el pasado 14 de junio de 2018 por el nuevo Reglamento (UE) 2018/848 del Parlamento Europeo y del Consejo, sobre producción ecológica y etiquetado de los productos ecológicos. (Os adjuntamos el enlace para que podáis leerlo: http://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=DOUE-L-2018-80995 )

Gracias a esto, los alimentos que NO hayan sido controlados y certificados bajo esta norma, por muy sanos o naturales que sean, NO PUEDEN ser catalogados como ecológicos.

Cualquier tipo de alimento puede ser considerado “ecológico” (desde frutas, verduras, hortalizas, carnes, hasta incluso bebidas como el vino y alimentos frescos o procesados); siempre y cuando cumplan con la normativa.

Entro otros muchos factores, esta normativa, se encarga de controlar la trazabilidad del producto (desde el campo hasta que llega a nuestro plato), que la materia prima utilizada sea ecológica, que no haya contaminación cruzada (para ello la elaboración del producto ecológico debe ser la primera de la jornada debe realizarse en una línea de producción diferente, etc.).

Una vez tenemos un alimento ecológico, ¿Qué beneficios otorga consumir este tipo de productos?

Son multitud de beneficios los que produce, pero entre ellos caben destacar los siguientes:

• Respetan el medio ambiente y la naturaleza: Contribuyen a la sostenibilidad del medioambiente y son respetuosos con la naturaleza ya que contribuyen al desarrollo rural sostenible.

• Son más saludables que los alimentos convencionales: Contienen hasta un 50% más de vitaminas, minerales y oligoelementos. Esto es debido a que el uso de productos con químicos o aditivos reducen las cualidades naturales y disminuyen la calidad del producto. Los productos ecológicos están libres de contaminantes.
• Mejor sabor: Al ser elaborados de manera más artesanal y cuidadosa aumenta el sabor.
• Se evita la manipulación genética de los alimentos. Estos productos ecológicos no son manipulados genéticamente, lo que aumenta la calidad del producto.
• Libre de productos nocivos para la salud: Los productos ecológicos no contienen nitratos (los cuales pueden producir cáncer o graves enfermedades). Contienen más antioxidantes (hasta un 70% más que los alimentos comunes) y esto ayuda a proteger el organismo de enfermedades mortales y degenerativas. Libre de pesticidas, ya que los cultivos convencionales tienen hasta 8 veces más de pesticidas que los cultivos ecológicos. Menos niveles de metales pesados (como cadmio, plomo y arsénico).

Un pequeño inconveniente es el mayor proceso de elaboración, lo cual se traduce en un ligero incremento de precio respecto a los alimentos comunes. Como ventaja, esto ayuda al desarrollo de regiones y entornos donde se producen dichos productos ecológicos.

¿Merece la pena ese ligero incremento económico respecto a los alimentos comunes?

Juzguen ustedes mismos y valoren lo dicho en este artículo.

Si quiere saber más acerca de este tema, o de la normativa aplicada para considerar un alimento ecológico, no dude en ponerse en contacto con nosotros a través de la página web o redes sociales.